NOCHES


DE CARTELES

2 de Mayo de 2019

Para esta Noche de Carteles elegimos como tema la Biopolítica, inspirados en el libro de Eric Laurent “El reverso de la biopolítica” además de otras lecturas por las que transito el cartel.

Fueron convocados a presentar sus estados de trabajo Carteles de la EOL y de las secciones de la Escuela.

Por la sección Córdoba presento su estado de trabajo Ana Lubatti, Mónica Boada lo hizo por la sección La Plata, Marta Ricciardi por la sección Rosario y Delia Molina por la EOL.

Fue una noche en donde se pudo verificar una verdadera conversación entre los invitados y el público, tratando de cernir un texto que exige un gran esfuerzo del lector dada la complejidad de los conceptos que se desarrollan en el libro.

El trabajo de Delia Molina, titulado “Cuerpo y escritura”, destaca que el recorrido de un análisis consiste en el pasaje de síntoma que habla al síntoma que escribe, lo que implica pensar al cuerpo como producto del “artificio analítico”. Esto nos permite ubicar el síntoma analítico como modo de goce singular a partir del concepto de letra, que no es sino lo que se escribe en un análisis. Delia dice respecto a ello: “esta (la letra) no es impresión ni es primera, es perturbación del discurso, se lee entrelíneas y es afín al silencio y no a la palabra, la escritura es más adecuada para decir lo íntimo, aquello que está en reserva, que puede ubicar lo indecible.”

El cuerpo entonces no está dado de entrada sino que “resulta de una operación de impacto del decir, Lacan opone escritura a representación, la escritura se transforma en algo afín a señalar el agujero sin imagen, fuera de sentido, en cuyos bordes se engancharán representaciones hechas de un mixto de imaginario y simbólico.”

Quedan así anudados los tres registros a un agujero. “La escritura con las tres dimensiones R, S e I, le posibilita a Lacan separar lo que se modula en la voz, la palabra fónica y la escritura, sin desechar al significante.”

Delia finalmente, subraya la función del agujero y los nudos para pensar el cuerpo y la escritura en la última enseñanza de Lacan.

Marta Ricciardi, ordeno su trabajo en dos apartados: En el primero señala los cambios que se producen en la enseñanza de Lacan respecto al cuerpo, que conceptualiza como cuerpo hablante donde la experiencia es del registro de lo real, del inconsciente, llamándolo parletre y por último el desplazamiento del síntoma al sinthome como acontecimiento de cuerpo.

Respecto del cuerpo y tomando la frase “es preciso un cuerpo para gozar”,señala que una parte del cuerpo goza de si mismo, se afecta de goce “se goza”. Y en este sentido el cuerpo no es unitario como lo imaginario lo hace creer

En el segundo apartado de su trabajo, Marta aborda lo fuera de cuerpo del goce fálico como es ilustrado por Lacan en “La Tercera”, con lo que está a fuera del dominio corporal, y se diferencia de otro tipo de goce al que hay que pensarlo como localizado en el cuerpo, entre lo imaginario y lo real

El goce fálico fuera del cuerpo es el que trascurre entre simbólico y real, goce-fálico-pulsional que se presenta como “síntoma, es irrupción de esta anomalía en que consiste el goce fálico, en la medida en que en él se expande y se despliega esa falta fundamental que califico como no relación sexual”

En la clínica actual nos encontramos con cuerpos que no se sostienen frente al embate del goce fálico y esta distinción respecto de este otro goce en el cuerpo, la última enseñanza nos da una pista a seguir indagando la relación entre ese goce que irrumpe como anomalía y puede regular y ese otro goce que sostiene la imagen corporal.

“el desciframiento se reduce a lo que hace cifra” Lacan dirá que gracias a los poderes del equívoco, “algo del campo del síntoma puede recular”

Mónica Boada inaugura su escrito citando a Eric Laurent para decir que “Finalmente, sean cuales sean las tentativas de representar la inscripción del goce en o sobre los cuerpos, no se ve nada. Él es quien nos mira, a partir de un punto invisible(…)

Con esta introducción nos encamina en la postura ética del Psicoanálisis que se diferencia de la biopolítica que hace otro uso de lo imaginario, rechazando este punto de invisible, en su esfuerzo por regular los cuerpos y los goces.

Es así como entre las líneas de su presentación, pone el acento en el une bévue lacanianoque distingueel inconsciente basado en la identificación, de un inconsciente hecho de losequívocos mediante los cuales el cuerpo descifra el traumatismo como lugar de donde emergen el goce y su escándalo. De este modo señala la insistencia en reintroducir en el lugar del trauma que produce el encuentro de lalengua y el cuerpo, la dimensión de lo escópico pero en su costado de real, de imposible.

Mónica enfatiza que no hay representación, allí, en ese lugar en que el cuerpo “se goza”.

Nos dice que esa imposible representación del cuerpo afectado empuja al parlêtre a intentar recuperar vía el goce de la palabra o goce fálico algo del goce del cuerpo que sostiene al síntoma. Y que a contrapelo de ese empuje, Laurent subraya que se trata de producir una escritura, la letra que como notación lógica designe ese lugar que no tiene representación ni imagen.

Entre elucubraciones, se pregunta qué novedad se introduce a lo ya señalado por el estadío del espejo, y resalta el valor fundante de la “no imagen”, del agujero, de lo no visto.

Finalizando sostiene el interrogante que Lacan formula en La tercera sobre porqué elhombre se ha avasallado tanto a su imagen. Intentando una respuesta nos dice que la imágen es necesaria en tanto no cesa de escribirse.

El trabajo presentado por Ana Lubatti se centra en torno a una cita del texto de Eric Laurent : "Lo imaginario nos aporta coordenadas fundamentales para vivir".

Frente a la caída del nombre del padre como guía de transmisión de un saber, la civilización propone nuevas coordenadas, una de ellas basada en el imperativo de convertirse en “auto-emprendedor”.

La clínica contemporánea nos presenta pacientes con dificultades para el armado de una imagen corporal que se sostenga.

Por otra parte, aborda el nuevo estatuto de lo imaginario en la última enseñanza de Lacan. Se trata de otro imaginario y otro cuerpo, el cuerpo sustancia gozante. Un cuerpo que resiste da consistencia y hace Uno. "Ya no es la unidad que nos daba el significante, es el cuerpo el responsable de poder contar como unidad".

La tesis nodal de su trabajo se resume en proponer que "el narcisismo que corresponde a este nuevo imaginario es un narcisismo previo al estadio del espejo. Un narcisismo radical."

Cecilia Rubinetti estuvo a cargo de la coordinación de la mesa; logró extraer de cada texto las ideas centrales que permitió sostener una conversación muy viva.

-Graciela Gonzalez Horowitz- Maria Lujan Ros- Roxana Vogler