LA ARQUITECTURA

Resonancias

Belén Zubillaga

Responsable de carteles EOL-Sección La Plata

En primer lugar, felicitar y agradecer a Viviana Mozzi y a la Secretaría de carteles de la EOL por estas preciosas Jornadas.

Hemos pasado de la mesa de El banquete, a la topología de La arquitectura, lo que indica que nos vamos acercando a la puerta. Ojalá las próximas, o pronto, sean afuera, cerca de algún jardín. Y si no, hoy fue la prueba viva de nuestro saber hacer en este tiempo, con los muros de la virtualidad. De hecho, no solo pude entrar y salir de varias mesas simultáneas sin hacer ruido ni interrumpir al que lee –que no es poco– sino que, además, puede ser divertido.

"Resonancias" desde la primera mesa hasta recién.

Me gustó mucho lo que dijo Graciela Brodsky acerca de la función del cartel como despertador de la Bella Durmiente –agrego, que todos llevamos dentro– justamente porque es antiburocrática, antigrupal, antijerárquica, como vimos en la composición de las mesas simultáneas.

Entiendo que el cartel despierta porque preserva la dimensión no-todo en la Escuela y en cada uno, o eso pretende. Y es el no-todo lo que despierta. Aprovecho para invitarlos a propósito del asunto a nuestra VIII Jornadas de la Sección La Plata: "El analista y el no-todo", el sábado 6 de noviembre de 2021.

Entonces creo que a la Escuela le conviene que los carteles sean habitados también por los miembros –además de los que no lo son– como de los no tan jóvenes y que no hagamos de lo fulgurante rutina. Así como también se cedan los productos del trabajo en carteles –ya que como dijo Oscar Zack y retomó Gabriela Camaly en la última plenaria– ello tiene el estatuto de un acto.

Me quedo pensando en las palabras de Luis Tudanca: "los carteles no se buscan ni se encuentran, se trata más bien de instantes de cartel", aunque para que esos instantes se produzcan hay que conformarlos. Me pregunto si podemos pensar también en esos términos nuestra Escuela, como instantes de Escuela.

Por último, quiero compartir una referencia de Miller en Extimidad, cuando define a lo frío como lo opuesto a lo íntimo. [1]

Es decir que cuando estemos cálidamente cómodos es momento de zambullirnos en la refrescante e incómoda experiencia del cartel.

Muchas gracias.