En esta oportunidad les traemos la primera de cuatro entregas donde analistas (practicantes de la EOL) homologados por la AMP en el 2022 nos cuentan brevemente sus experiencias de conformar un Cartel a la entrada en la Escuela.
Cartel: La inmersión en la Escuela El cartel antes y luego de la entrada a la Escuela Mi entrada a la Escuela estuvo acompañada por la propuesta de organizar carteles entre los nuevos miembros e incluir en cada uno de ellos a colegas del Consejo. Esta vez, para mi sorpresa, los otros no eran conocidos por mí, rompiéndose de entrada cualquier efecto de grupo al permitir la circulación de las transferencias. En oportunidades anteriores, la falsa seguridad que implicaba estar “entre conocidos” hacía correr el riesgo de un pegoteo engañoso en el cual creíamos que el cartel se renovaba solo por cambiar de tema o de rasgo. |
|
Cartel: El psicoanálisis interrogado a partir de la inmersión en la Escuela Rasgo: ¿La autorización es un tratamiento de la segregación? Sobre la marca… Un encuentro me decidió, luego de muchos años de transferencia con la Escuela, con sus analistas y con la orientación lacaniana, a pedir la entrada; encuentro que no fue, por supuesto, ajeno a mi análisis: el encuentro en la "Proposición…”, recorrida en pos de mi pregunta por la cuestión de la segregación, con la cuestión de la autorización. Segregación y autorización como dos ejes desde los cuales poder hacer con “mi no quiero saber de eso…”, entre rechazo y consentimiento. El cartel al inicio de la entrada en la Escuela, la interlocución con sus miembros y la más-uno, alojó ese encuentro, causando su prosecución y permitiendo formalizar en el rasgo, la pregunta: ¿La autorización es un tratamiento de la segregación? Una interlocución, entonces, que enseña. Y causa. |
|
Cartel: Habitar una Escuela topológica Rasgo: El estilo Cartel, una puerta hacia un mejor modo de decir El cartel es una puerta. Siendo no miembro estar en un cartel es hacer Escuela; pero cuando uno entra como miembro a la EOL, se encuentra al inicio de la entrada, nuevamente con el dispositivo. ¿Hay alguna diferencia entre estas formas del cartel? Lo dudo. Si algo me enseñó el cartel al comienzo, es que cuando se trata del deseo, siempre estamos inventando un mejor modo de decir. Entre el adentro y el afuera; entre lo que se puede decir y lo que no es del orden del significante; entre el goce y el semblante. |
|
Cartel: Hacia la Escuela Rasgo: Escuela y S (A tachado) ¿Qué pasa a la entrada? En la entrada a la Escuela está implicado el acto subjetivo en una topología y una temporalidad que son propias, y que reviste: el pedido, las entrevistas de admisión, y la homologación. El cartel, a la entrada, permitió una elaboración singular y colectiva de los efectos acontecidos tras el atravesamiento del umbral. La pregunta ¿qué pasa en la entrada? devino marca privilegiada de este “cartel-sujeto”, causando el trabajo entre lo acontecido y el devenir, en el margen de lo que no se sabe |