4 Más uno

NUEVA SERIE #4

Entre lo inédito y la tradición: La juventud del cartel en una Escuela sujeto

María Laura Errecarte

Hace casi diez años, cuando ya no éramos tan jóvenes, pero así lo fuimos allí, nuevos vientos eólicos soplaron en nuestra ciudad. El psicoanálisis ya tenía aquí sus cimientos, y hasta diría cierta tradición. Tres instituciones analíticas y algunos encuentros en la universidad resonaban y daban cuenta de un lugar donde otro lazo palpitaba. Hizo falta la decisión de algunos que no olvidaremos, "un soplo" y un movimiento cartelizado.

En aquella oportunidad otro movimiento: el MOL[1] fue la antesala de la creación de la EOL Sección La Plata y las XXII Jornadas Nacionales de carteles anudaron un nuevo real, nuevo nudo político, epistémico y libidinal.

Lacan estableció, desde su "Acto de fundación"[2] en 1964, el cartel en el origen de una Escuela y como instrumento de trabajo en ella. Seguimos algo de esa tradición y ortodoxia en dicha creación y también de lo inédito. Acontecimiento que dejó sus marcas, dispares, heterogéneas y múltiples de las que seguramente seguiremos escribiendo. Particularmente hoy intentaré decir lo que fue una novedad para mi a partir de aquellos años y que sigo investigando: la experiencia de encarnar la función de más-uno del cartel. Experiencia en movimiento, que se teje cada vez, cuando hay cartel, y cuando hay análisis entre la inquietud del remolino y la gracia de un renovado y renovante lazo en la producción de un nuevo saber no acabado. Seguiré esa pista más adelante y subrayo cada vez.

Apostamos a aislar aquello que causa un saber renovado, no totalizante, ni ideal. La causa en tanto analítica es siempre joven. Como nos propone Andrea Zelaya en "Manifiesto por lo joven"[3]: "Lo joven no se refiere a la edad cronológica, sino que su función sería saber hacer fracasar mejor lo antiguo que se repite en lo mismo, en lo instituido, y hacer pasar a una dimensión viva y aireada". Entiendo que esa dimensión no es sin impasse, implica saber hacer con él, hacer pasar aquello que soporta su propia enunciación.

¿Cuán dóciles somos a lo joven? ¿Cómo hacer con esos efectos, trans-formaciones en la formación del analista? ¿Y la Escuela, soporta esas trans-formaciones?

Hoy las XXXI Jornadas Nacionales de Carteles también nos hablan de Movimiento, de remolino y de 221 cartelizantes que exponen sus estados de trabajo a cielo abierto. Tal vez podamos ser dóciles a las elaboraciones de saber, a los temas, preguntas, interrogantes que tienen actualidad y harían a una Escuela viva y aireada. ¡Apostamos a ello!

Aprendimos que el cartel como forma de lazo resiste a los efectos de grupo, al pegoteo, a los fenómenos de masa inherentes y presentes cada vez que nos ponemos a hablar. La política del cartel es una apuesta por las sorpresas del discurso analítico. Creer en ellas, seguir el hilo de esas sorpresas, contingentes, es lo que nos hace entrar cada vez a la Escuela. Recordando que el cartel es puerta de entrada a la Escuela también para sus miembros, jóvenes o viejos. En nuestra revista El escabel, n. 3 "Progresos, fracasos, reinvenciones"[4] hay precisos textos acerca de lo fecundo de localizar un imposible, un impasse, una hiancia, lo que no marcha.

Remolino en la última previa

La última noche preparatoria previa a estas Jornadas en La Plata justamente tuvieron por título "La experiencia inédita del cartel", un interesante remolino y nuevos sintagmas fueron dichos y acentuados con la coordinación de Stella López: Belén Zubillaga, Secretaria de carteles de la EOL Sección La Plata, abrió la noche nombrando "La alegría lacaniana" y el "cartel como un dispositivo anti-aburrimiento y anti-tristeza, saber alegre que no es el saber todopoderoso, sino que hace pasar de la impotencia -de la tristeza- a lo imposible de saber, haciendo lugar a otro goce vivificante […] dispositivo con el que cuenta la Escuela para mantenerse joven"[5], no en pos del ideal contemporáneo de juventud eterna, sino porque entiendo que al usarlo y dejarse usar por un tiempo acotado, transitoriamente, a veces permite reinvenciones y salida de la pereza.

Lucas Leserre, Secretario de Carteles de la EOL, nombró a su exposición "El cartel, corazón de Escuela" remarcó su singular topología, posibilitando "que la Escuela entre en cada uno" con la consecuente apuesta de su gestión de "llevar el cartel a sus vecindades: institutos, universidad, hospitales, que sigue la inspiración lacaniana que inventó el cartel teniendo como telón de fondo las revueltas anti-jerárquicas de la juventud universitaria de aquella época"[6].

Por su parte Andrea Zelaya, actual presidenta de la EOL nos habló del "cartel como partenaire de la Escuela", lazo fundado en la hiancia, en el rasgo de cada uno. Respecto del más-uno, "uno en más que provoca el entre los otros unos, que conforman el cartel"[7]. Acentúo el uso de esa provocación a una marca singular de interrogación para investigar ese movimiento que el más-uno descompleta. En esa línea pregunta: ¿para qué la Escuela? y ¿para qué el cartel? Respondiendo que la base de la Escuela es el agujero central por el cual cada uno puede decir cómo sostiene la función de un analista. Añado otra pregunta: ¿Para qué hacer la experiencia del más-uno? Un trabajo más para nuestras abultadas agendas.

Entre lo viejo una sorpresa: un Don Juan de color rosado

Poniendo a trabajar mis viejas marcas con el cartel, encuentro una sorpresa inquietante: una vieja imagen de un afiche muy colorido y provocador (que los más viejos recordarán). Primera Noche de Carteles del MOL, variaciones de cinco bailarinas entre fucsias y rosados, con un más-uno que hoy, luego de cierto camino realizado, sorprende como un poco oscuro y descolorido. Esa sorpresa, contingencia localizada es provocación para seguir investigando acerca de la función del más-uno.

J.-A. Miller escribe: "El trabajo es suscitado por una llamada de provocadores que va a buscar lo que es latente y que llamando revela, véase, crea". Y aclara, echando luz a la tensión entre el más-uno y menos uno: "El más-uno no se añade al cartel mas que descompletándolo, debe contarse ahí y no hacer mas función que de la falta"[8]. En nota a pie de página dice: "Esto es desplazar al cartel de la lógica del todo y la excepción de la que nació, (el nombre de más-uno lo indica bastante) a la del no-todo.

¿Es contarse pero indicando un menos? ¿Contarse en menos? Encuentro una nueva pista en El seminario 20 y en una lectura del Don Juan pensado desde el lado femenino de las fórmulas de la sexuación. Lacan dice, no sin humor, que el Don Juan ha divertido a los analistas, "hicieron de todo con él, hasta lo que es el colmo un homosexual". Siguiendo con ese humor hoy propongo pintarlo con color rosa, un clásico de lo femenino. Lacan, en esas páginas, viene hablando de la exigencia de lo Uno que sale del Otro, afirma: "allí donde está el ser es exigencia de infinitud". Ejemplifica con la imagen de Don Juan, con su excepcionalidad diría, cierta alteridad radical que este encarna, lo femenino sea hombre o mujer. Lacan nos propone que nos centremos en la imagen de Don Juan: "ese espacio de goce sexual recubierto por conjuntos abiertos que constituyen una finitud y que a la postre se cuentan. ¿Acaso no se ve que lo esencial en el mito femenino del Don Juan es que las posee una por una?"[9].

Graciela Brodsky encuentra que la operación matemática en juego allí es la multiplicación: 1 x 1 =1. No se trata de sumatoria donde 1+1=2 + 1=3 + 1=4, etc., infinitud contable de la lectura clásica del Don Juan que hacemos desde el lado masculino. Pero lo esencial que nos trasmite Lacan, es esta posibilidad de ser contada una x una. "Desde el momento en que hay nombres, se puede hacer una lista de mujeres y contarlas, si hay millee tre es porque puede poseerlas una por una. Y es algo muy distinto de la función universal del Uno. Si la mujer no fuese no-toda como ser sexuado, nada de esto se sostendría". ¿Tendrá que haber consentimiento para que esa localización se produzca? Sabemos que es necesario consentir a cierta excepción para que haya no-todo, se consiente al falo para que haya suplemento. No hay más allá si no hay consentimiento previo.

Ahora bien, se tratará entonces en el cartel de consentir a esa llamada, para localizar un rasgo uno por uno, para acceder a un saber nuevo y singular cada vez. La función del más-uno se vuelve esencial, así como el eco de la llamada entre cartelizantes. El más-uno si bien puede ser cualquiera debe ser alguien que haga resonar el significante y también los cuerpos.

¿Qué uso hacemos en la Escuela del más-uno, de su encarnadura? ¿Y del AE?

El AE ¿es un más-uno?

Estos inventos de Lacan: más-uno, éxtimo, permutación, ponen de relieve la importancia de cernir un imposible. Más allá de la inconsistencia del Otro y del pretendido Uno Universal, la consistencia lógica del objeto a, a veces hace remolino.

La lógica de la Escuela entonces, cuando se deja airear por lo joven que entra en el cartel, quedaría del lado del no-todo, del lado femenino de las fórmulas de la sexuación.

Entre la autoridad analítica y la autorización ¿Una sorpresa cada vez?

NOTAS

  1. MOL: Movimiento de la Orientación Lacaniana en la ciudad de La Plata.
  2. Lacan, J. (1964) "Acto de fundación", Otros escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012, pp. 247-254.
  3. Zelaya, A. (2022) "Manifiesto por lo joven", Lacaniana, n. 31. Bs. As., EOL, Grama, pp. 34-42.
  4. AAVV, (2021) Revista de Psicoanálisis: El escabel, n. 3, "Progresos, fracasos, reinvenciones". La Plata, Grama, EOL-La Plata.
  5. Zubillaga, B. (2022) "Alegría lacaniana", Revista virtual de Carteles, La 4+1, nueva serie, n. 3. Disponible en: https://www.cuatromasunoeol.com/edicion/003.camino-a.belen-zubillaga
  6. Leserre, L. (2022) "El cartel, corazón de la Escuela", Revista virtual de Carteles, La 4+1, nueva serie, n. 3. Disponible en: https://www.cuatromasunoeol.com/edicion/003.camino-a.lucas-leserre
  7. Zelaya, A. (2022) "La práctica del cartel como base de Escuela", Revista virtual de Carteles, La 4+1, nueva serie, n. 3. Disponible en: https://www.cuatromasunoeol.com/edicion/003.camino-a.andrea-zelaya
  8. Miller, J.-A. (1986) "Cinco variaciones sobre el tema de la «elaboración provocada»", Revista virtual de Carteles, La 4+1, en: https://cuatromasunoeol.com/sv/referencias.cinco-variaciones-sobre-el-tema
  9. Lacan, J. (197-) El Seminario, Libro 20, Aún. Bs. As., Paidós, 2012, p. 18.