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NUEVA SERIE #4

Entrevista a Erica Boglione*

Secretaría de Carteles: ¿Cuál es el aporte distintivo que podría tener el cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario?

Erica Boglione: El trabajo en conjunto del cartel me brinda la posibilidad de extraer un saber referido a la articulación entre teoría y práctica, que es lo que me interroga principalmente. Este es un aporte no sólo en mi formación, sino también en el modo de concebir el psicoanálisis, de llevarlo a la práctica, y de habitar la Escuela.

El espacio del cartel es un momento de poner a conversar las lecturas de cada uno, y de compartir experiencias de trabajo en la clínica diaria. En la práctica en el ámbito hospitalario hay cierta variabilidad respecto de la atención que se realiza en lo privado, principalmente, porque hay reglas institucionales que cumplir. También allí, se observa mayor diversidad en cuanto a lo psicopatológico, y en que son casos intervenidos por otros discursos como el jurídico, educacional y socio-sanitario. Mismo así, es posible llevar adelante una clínica orientada por las enseñanzas de Lacan, que cada vez es una apuesta y un desafío. Aquí destaco el intercambio que se da en el cartel, por el hecho que permite salir de la inercia institucional a la cual estamos constantemente expuestos; inercia en la que, las singularidades del caso por caso, pueden quedar diluidas.

La lógica del cartel, de conformarse en pos de un proyecto común de trabajo para luego disolverse, lo pienso y lo traslado también a mi espacio laboral. Por ejemplo, algunos casos en particular, requieren el abordaje interdisciplinar con compañeros que presentan diferentes tipos de formación y profesión, y que incluso puede requerir de intercambios con otras instituciones (la intersectorialidad). Mi posición es la de elaborar estrategias de intervención conjunta y llevarlas a la práctica, con la orientación de la lógica temporal propuesta por Lacan, enfatizando el momento de concluir que nos evita caer en la cronificación mortificante.

S.C.: ¿Puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional?

E. B.: Sin dudas, el cartel es un refugio y un tratamiento del malestar institucional hospitalario, en donde, por lo general, se esperan que las prácticas optimicen tiempos y recursos.

El psicoanálisis me enseñó que en las entrevistas se trabaja con los dichos, y que, por medio de estos, se espera que el sujeto desarrolle su propia forma de tratarse; y para esto se necesita de la pausa.

Por medio de un trabajo de persistencia, de cautela, de intervenciones sutiles, de invenciones y de puesta del cuerpo, fui consiguiendo insertar otra lógica de trabajo dentro de los CAPS, que me permite hoy en día disponer de cierta flexibilidad para regular los lapsos de tratamiento para cada sujeto. Entiendo que esto imprime una marca a largo plazo que resulta más eficaz y duradera, y que abre el camino a una nueva manera de abordaje institucional. Es una posición que no se trata ni de levantarse en rebelión, ni refugiarse en la crítica que nada en la impotencia.

Acercar el psicoanálisis de la orientación lacaniana al hospital se hace posible también, en el hecho de invitar como disertantes a Miembros de la Escuela, a las dos últimas Jornadas Hospitalarias que organizamos desde el Comité de Investigación y Docencia. El resultado de la introducción de este discurso entre los profesionales de la salud de los diferentes servicios, es que me soliciten interconsultas ante situaciones cotidianas o extraordinarias de la práctica hospitalaria.

Éste es para mí un modo posible de habitar el hospital, pero no-toda inserta en la burocracia institucional.

BIBLIOGRAFÍA

* Lic. en Psicología. Cuatro Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS) dependientes del Hospital Regional Río Gallegos. Comité de Investigación y Docencia de dicho Hospital.