Secretaría de Carteles: ¿Cuál es el aporte distintivo que podría tener el cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario?
José M. Borlle: En los dispositivos de salud mental, las interpelaciones a la lógica manicomial están fundamentadas principalmente por argumentos sociológicos, políticos e ideológicos. El cartel, al constituirse en una instancia que se sostiene en una particular topología que permite a los practicantes del psicoanálisis situarse en un adentroafuera de las instituciones, invita a analizar los discursos que las atraviesan a partir fundamentalmente de la perspectiva del sujeto dividido.
Esta dimensión, particularmente lo real en ella que resiste a la norma, aporta una posición ética sostenida en el 'caso por caso', direccionando la práctica psicoanalítica hacia la emergencia de una singularidad que se sostiene en una trama institucional.
Por otra parte, la extimidad que caracteriza el cartel respecto a la institución, constituye un lugar de resguardo de los mandatos institucionales, produciendo como efecto una formación que tiende a hacer algo singular con el devenir sintomático del sujeto en los dispositivos que allí se ofrecen.
S.C.: ¿Puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional?
J. M. B.: Esta pregunta va en relación a lo inmediatamente antes planteado. Estando advertidos de las tendencias a anquilosar las dinámicas que tienen cierta funcionalidad, diremos que el cartel puede ser un modo de tratamiento del malestar a condición de no eternizarse. Disolverse le da potencia, lo que no implica su desaparición. Los diferentes temas que pueden volver a convocarlo son efectos de la institución en quienes allí trabajan.
De este modo, la particularidad del dispositivo es no proponer la elaboración del malestar a partir exclusivamente de la formación epistémica, como así tampoco ofrece el espacio un control sobre la práctica. Lo distintivo es que el saber efecto de la investigación y las lecturas teóricas y prácticas que advienen en la puesta en común de lo que en las instituciones acontece, producen liberación de goce y su tramitación simbólica.
El tratamiento de este malestar presente e ineliminable en el trabajo en el Hospital, se sostiene a su vez en lazos libidinales propios de las transferencias de trabajo.
NOTAS
* Lic. en Psicología. Dirección Provincial de Salud Mental. Coordinador residencias interdisciplinarias de salud mental, Santa Fe.