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NUEVA SERIE #4

Entrevista a Marcos Pelizzari*

Secretaría de Carteles: ¿Cuál es el aporte distintivo que podría tener el cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario?

El aporte distintivo es la producción a partir de un rasgo singular. El dispositivo del cartel permite orientar el trabajo de formación de la buena manera (o sea ubicando al Otro en división) a diferencia de cualquier método solidario del discurso universitario. Orientarse por un rasgo convoca a trabajar con aquello que hace síntoma al saber para avanzar hasta el propio límite ¿Acaso habría algún modo mejor para investigar? Hay, en esta dirección, una diferencia esencial de posición discursiva. El saber explorado crearía un lazo novedoso mediante la producción expuesta allí donde no habría más que un desecho de la forclusión. Prueba de esto son los protocolos institucionales que se dirigen a regular la práctica y los modos singulares de tratar lo real. En este sentido todo cartel también es político, mas no deudor de una política del amo de turno.

S. C.: ¿Puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional?

Hay respuestas en la misma pregunta. No hay institución sin malestar y el cartel puede ser un modo de tratamiento ¿Quizá por añadidura? Tenemos como referencia a Lacan y su acto de introducción del dispositivo de cartel como respuesta al malestar institucional. Si bien el funcionamiento de la institución hospitalaria no es el mismo que el de una Escuela de analistas, la presencia de al menos un analista cartelizado introduce una diferencia plena de consecuencias. Ubico una forma de malestar entre otras posibles: las consecuencias de la clínica como lo imposible de soportar y el disfuncionamiento institucional cuando no hay lectura del síntoma. En este punto el cartel introduce un modo de hacer con el real que a cada quien se le presenta como malestar institucional, y a la vez una apuesta política. Su lógica apunta a una elaboración que conlleva la impronta de un deseo cuyos alcances son incalculables cuando se orienta por el síntoma. De esta manera el cartel, con su lógica no-todo, sería una vía regia para el tratamiento del malestar previa lectura del síntoma; y al mismo tiempo permite orientar una posición para saber hacer con el malestar. Se trata así del trabajo con lo que hace síntoma para gozar menos del saber supuesto y dar lugar a aquello que se pueda transmitir del deseo en un saber expuesto. La política del psicoanálisis no se sustrae a esto ya que ahí también se encuentran las condiciones en las que se juega su porvenir.

NOTAS

* Lic. en Psicología. Jefe de Internación, Depto. de Salud Mental, Hospital Dr. Lucio Molas.