Secretaría de Carteles: ¿Cuál es el aporte distintivo que podría tener el cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario?

Mario García: El Hospital con su oferta explícita: "Salud Mental", pareciera ofrecer un ideal de solución frente al malestar. Es una tarea con cada sujeto que viene, es enviado o traído, mediar entre esta promesa de solución y su sufrimiento más íntimo.

El cartel es un aporte distintivo y posible a la institución hospitalaria. Se ofrece como un dispositivo diferente, de trabajo original, con otros, que bien pueden practicar el psicoanálisis, como así también otras disciplinas con diferentes discursos; sin entrar en identificaciones con los "clásicos efectos de grupo" de los que ya nos advertía Freud en los efectos de masa. Lacan con el cartel, ofrece un acceso a investigar en la práctica, con modos de lectura e intervención más precisos, también, en el uno por uno de la construcción de un caso, puesto al trabajo en la institución. En la pluralización de los saberes, se ajusta, se constatan o no, y se regulan como efecto los excesos; alrededor de lo más singular del sujeto, su síntoma.

Cada practicante es convocado a operar, orientado desde lo más singular de su propio real, si está advertido de los efectos imaginarios, grupales, no-todo y su propia relación al saber. Ofrece un vacío, un saber lo más incompleto posible pero en acción a la causa del inconsciente, que es siempre su política. Sabe será una posición incómoda ya que deja fuera voluntades individuales, es activo en su provocación, extrae lo más original, singular y agalmático de cada quien y de cada situación en la que se compromete con su deseo como analista.

S. C.: ¿Puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional?

M. G.: El cartel es un modo posible de tratamiento frente al malestar institucional, ya que dicho malestar, se escucha y constata en la angustia de los profesionales en la práctica clínica del ámbito público y sus avatares. La demanda imperiosa del Otro de la Justicia, las urgencias subjetivas apremiantes de solución, situaciones de desborde al pedido de "responder"; introdujo como oportunidad, la lectura de: "5 Problemas clínicos. Seminario Anual del CIEC"[1] frente a lo imposible a tratar y soportar en temáticas tales como: agresividad, impulsiones, paranoia, erotomanía, psicopatía, toxicomanías, etc. Esto orientó desde otra posición al saber en la conversación y despertó el interés aún de aquellos profesionales que no adscriben al psicoanálisis. A mi entender uno de los modos posibles del psicoanálisis aplicado a la institución y sus programas; abonado también por la presencia practicantes del NPE (Nuevo Programa de Enseñanzas) que oferta escucha a quienes lo requieran y que se suman a ateneos y presentaciones. Un conjunto de efectos de discursos orientados por el acto analítico, que intenta abrirse camino en un "cada vez y uno por uno" con consecuencias en la vida y los cuerpos de los sujetos que consultan y concurren al hospital.