Secretaría de Carteles: ¿Cuál es el aporte distintivo que podría tener el cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario?

María Laura Romagnoli: Parte de mi práctica clínica se desarrolla en el Hospital Municipal San Roque, es una institución muy pequeña de la ciudad de Leones, provincia de Córdoba. Cuando me encontré con el título de la rúbrica, "El cartel y sus vecindades", lo que insistió en mi escritura, es el significante vecindad. Por otra parte, en mi joven formación, éste es mi primer cartel y me encuentro con un dispositivo completamente novedoso donde los cuatro, más-uno, tomamos la palabra, proponemos lecturas, volvemos una y otra vez a los axiomas, pensamos la clínica y por supuesto, de alguna manera más íntima el diván de cada uno.

Esta es la experiencia que me permite responder, que el aporte distinto que podría dar el cartel a la investigación y formación en el ámbito hospitalario es, por un lado, la posibilidad de salir del efecto grupo, ya que, por el mismo, se suele perder la singularidad del paciente. Es decir, la posibilidad de que los profesionales que lo formen elaboren su enunciación singular y no queden en una especie de adherencia a lo que el líder o jefe del grupo decide. Por otro lado, la "vecindad" no es con el límite de la medianera, sino una especie de pegoteo imaginario, entre los profesionales de distintos servicios, entonces el cartel haría las veces de medianera, como tercero. Lo que sucede en dicho hospital, al no contar con ciertos servicios, es un sin fin de excesivas derivaciones, y con ello la implicación de otras instituciones como, justicia, instituciones de educación especial, internación en salud mental. Entonces, lo que funcionó con determinada intervención, se aplica para otros casos, no atendiendo a sus singularidades, sin dialéctica. Esto produce que se tienda a homogeneizar a los pacientes, lejos del caso por caso y a su vez las decisiones o intervenciones profesionales. Entonces, de esta manera el cartel, es un modo de arribar a que cada cartelizante obtenga su enunciación respecto de lo que se ponga al trabajo, lejos del efecto sugestivo e imaginario del grupo.

S. C.: ¿Puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional?

M. L. R.: Entonces, sí, el cartel puede ser un modo de tratamiento al malestar institucional. Considero que uno de ellos, y es lo que trabajo en la respuesta anterior, tiene relación con el efecto grupo, hay otros, y entiendo al cartel como la posibilidad de interrogar, de agujerear, de poner patas para arriba la institución. De inconsistir el pegoteo imaginario del grupo, de por qué no hacer de medianera cuando esto sucede. De esta manera, al menos así lo considero, se haría valer la dimensión de sujeto para cada paciente y por qué no, la de cada profesional en su especificidad.