Secretaría de Carteles: ¿Cuál es el aporte distintivo que podría tener un cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario?

Rosa Apartin: Lacan en el "Acto de fundación" de 1964 sostenía que la enseñanza del psicoanálisis solo puede transmitirse de un sujeto a otro por las vías de transferencia de trabajo, apuntando a esa elaboración sostenida que es el cartel, un pequeño grupo, cuatro más-uno.El aporte distintivo del cartel como instrumento de la Escuela se da a partir de cierto forzamiento que permite la interrogación de cada uno con un saber agujereado, en el lazo con los otros.

La experiencia del remolino confronta a un cierto vacío que empuja a seguir investigando; esto hace deconsistir lo universal del saber académico con su lógica del todo, propio del discurso amo del ámbito hospitalario. Podríamos pensar que, al exportar el cartel, un dispositivo de base de la vida de la Escuela al ámbito hospitalario, será con la presencia de los psicoanalistas en transferencia de trabajo con la Escuela.

S.C.: ¿Puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional?

R. A.: El psicoanálisis con Freud pone en evidencia el malestar de la cultura permitiendo una salida más allá de las identificaciones y las normas que posibilite una articulación posible entre el goce del sujeto y el lazo social.

El ámbito hospitalario se organiza en torno a una ley que regula la práctica, imponiendo la configuración de un equipo de salud mental, con una concepción de asistencia. El malestar institucional insiste por la vía de la repetición sobre el retorno del goce.

El cartel al escapar del efecto de grupo, hace frente a los efectos homogeneizantes e identificatorios en función de un ideal de la dinámica de grupo propia del hospital. Se apuesta a ir más allá de los efectos segregativos que se puedan producir a partir de la inercia y burocracia institucional, es decir la alianza entre el capitalismo y la ciencia, junto a las normas que tratan de homogeneizar los modos singulares de gozar con sus protocolos.

El uno por uno de cada cartelizante es lo que hace a la particularidad del discurso analítico, en función de una transferencia de trabajo facilitadora que permita circular la producción de cada uno. Se produce la transmisión no de suponer un saber sino de cernir el agujero de saber, alojando lazos, entre los cartelizantes, con la Escuela, y con la institución hospitalaria