4 Más uno

NUEVA SERIE #4

Entrevista a Mara Arocena*

Secretaría de Carteles: ¿Cuál es el aporte distintivo que podría tener el cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario?

Mara Arocena: Con respecto a la dinámica del cartel, Lacan dirá "Vayan. Júntense varios, péguense unos a otros el tiempo que haga falta para hacer algo y disuélvanse después para hacer otra cosa"[1]. Allí, propone arremolinarse en torno a un agujero, en un pequeño grupo que incluye un elemento no homogéneo: el más-uno, función que se encarna en un miembro de la Escuela. En dicha función confluye lo que es parte de una serie con lo que está afuera de la serie, excepción que arma el conjunto y evita la dispersión. Los cartelizantes trabajarán juntos hasta el momento en que sea oportuna la permutación, modo de tratar las transferencias en el que se procura un nuevo anudamiento a la Escuela. Entonces, el cartel es el instrumento de formación privilegiado para los analistas y órgano base, modo de inscripción para quienes aún no son miembros. Allí, se sostiene una conversación sobre el psicoanálisis, acerca de lo que no sabemos, haciendo lugar a lo que es imposible de alcanzar por el saber. Es un modo de tratar lo real por lo colectivo, es una política[2]. En esa vía, el cartel será un espacio con la potencia de alojar lo singular de cada cartelizante, en un contexto de elaboración colectiva que aspira a una producción individual[3]. Cada uno puesto al trabajo de hacer avanzar sus investigaciones, sosteniendo sus preguntas en la formulación y agudización del rasgo, en función de un tema común. Para que un cartel pueda emplazarse entre psicoanálisis y hospital, será fundamental la incidencia del más-uno: tratando los efectos de grupo, descompletando, orientando, incitando a la elucidación del entramado entre práctica, clínica y teoría. Por lo antes dicho, el trabajo al interior del cartel puede procurar el abordaje de los interrogantes que la experiencia hospitalaria origina, en el contexto de un dispositivo que se sirve de los desarrollos de la enseñanza de Lacan, Miller y otros, apostando -vía la transferencia de trabajo- a una enunciación propia.

S. C.: ¿Puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional?

M. A.: Este dispositivo puede tratar tanto la locura de cada practicante como el malestar institucional, porque hace lugar a lo imposible de saber y lo transforma en causa que impulsa a girar en torno a ese agujero, produciendo elaboraciones en las distintas vueltas dadas. El cartel puede aportar un compás de espera para desplegar el tiempo de comprender y producir un tratamiento de lo que urge; instaurando un ritmo que apacigua la vorágine institucional y se acompasa al propio paso. Considero que es valioso hacer uso del cartel como un medio para encauzar la enunciación propia, tanto en la escritura como en el soporte de la voz. Será consentir a entrar en una conversación, en la que algo se cede y algo se obtendrá… en sorprendentes efectos de formación.

NOTAS

* Lic. en Psicología. Hospital Zonal General "Dr. Posadas" de Saladillo, Buenos Aires.

  1. Lacan, J. (1980) "El Señor A.", Revista virtual de Carteles, La 4+1. Bs. As., EOL, en: https://www.cuatromasunoeol.com/sv/referencias.el-senor-a-jacques-lacan
  2. Tarrab, M. (2023) "Tres para el psicoanálisis: cartel, Escuela y pase", Revista Virtual de Carteles La 4+1, nueva serie, n. 3. Bs. As., EOL, en: https://www.cuatromasunoeol.com/edicion/003.textos-de-orientacion.mauricio-tarrab
  3. Inspirado en el título de las XXXII Jornadas Nacionales de Carteles de la EOL "Elaboración colectiva… producción individual".