4 Más uno

NUEVA SERIE #2

XXX Jornadas Nacionales de Carteles de la EOL - La arquitectura del cartel

Mesa plenaria: El banquete de los analistas

DEL BANQUETE DE LOS ANALISTAS A LA ARQUITECTURA DEL CARTEL
Afectados por el cartel
Natacha Zarzoso

El Banquete DE CARTELES 2020, fue la primera Jornada a cargo de esta gestión…, afectados por el real de la época, estas Jornadas iban a ser por primera vez virtuales. Y así fueron, había que hacer con lo que había, y había ganas. Nos guio el entusiasmo de no retroceder frente a tanta realidad. Trabajo decidido, inédito, había que inventar cada detalle de esas singulares Jornadas.

El límite, nos transmite Eric Laurent, es la posibilidad de que se funde otra escena, y así fue.

La gestión de Secretaría de carteles la transitamos los dos años de modo totalmente virtual.

Dos decisiones surgieron en los primeros encuentros:

1. Que estén los textos fundacionales en relación con el cartel en la revista La 4+1. De "Nuestros antecedentes" la llamamos. Motivación provocadora que nos puso a leer sin titubeo.

2. Cartelizarnos. Un cartel que decidimos nos ponga al trabajo sobre el cartel mismo. Si bien leemos que "El cartel es un órgano de base en la Escuela…, bien, ¿qué quiere decir esto? Allí despuntaron los rasgos, lo "hetero" de las singularidades de cada Uno, en un tiempo quizá moebiano de Escuela y Lazo.

Para las primeras Jornadas, entre otros textos, elegimos trabajar El banquete de los analistas de Jacques-Alain Miller, que dio nombre a las Jornadas 2020. Dichas Jornadas contaron con 1000 inscriptos y 160 trabajos presentados. Las llevamos adelante junto con los colegas de EOL-Sección Córdoba.

La transferencia de trabajo y el entusiasmo anudan estos 2 años de gestión. Releyendo "De nuestros antecedentes" (La 4+1), tomo a Javier Aramburu donde transmite su lectura del entusiasmo del siguiente modo, él dice: "el entusiasmo podría decir que es un afecto…, es la constatación, de un deseo que es un deseo nuevo. El entusiasmo también es un nuevo amor, un amor al saber, pero distinto, una relación con la causa, pero distinta, una relación a la causa en la cual uno está dispuesto, pero no dispuesto por una especie de voluntad heroica sino por las marcas que ha dejado en él, el encuentro con su estructura". [1]

Si no hay pregunta, no hay modo de construir un cartel, algo de lo propia división se pone al trabajo, por eso, uno no entra a un cartel y concluye el mismo sin hacer sido afectado en su recorrido. En el mejor de los casos, un saldo de saber nuevo acontece.

El cartel entonces, ligado al discurso analítico, hace lazo, pero a la vez intenta hacer otra cosa con lo irreductible del agujero que anuda a todo grupo. Responde de una manera inédita, al empuje identificatorio promoviendo un lazo diferente.

El cartelizar esta gestión

En el cartel del cartel, cada uno fue construyendo cada vez un lugar, lugares posibles y en movimiento continuo, arreglárselas con… fue el norte… La posición del Más Uno, permitió un ordenamiento, que como leemos en El banquete de los analistas, [2] "es la fórmula misma que genera la serie", esa función éxtima podemos pensar, a su vez, fue lo que lo posibilitó y respetó las singularidades. Esta gestión nos encuentra reunidos con una función de la Más Uno, enseñante, constante e incansable trabajadora por la causa, y eso se transmitió en la intimidad de la gestión, y también se vio reflejado en el trabajo de las Jornadas de Carteles 2020 y 2021.

Siguiendo las huellas "De nuestros antecedentes", comparto un texto de Guillermo Cavallero, él escribe "¿Para que el cartel?". Allí leemos: "el deseo del analista fuerza a la Escuela, en el doble sentido que surge, el de hacer Escuela y en el sentido de no dejar que esta se acomode, se estatice…, para eso cuenta con dos dispositivos; el Cartel y el Pase, que en su estructura interior se verifican ligados al discurso analítico…, así fuerzan a algo más que al saber alcanzado del laberinto de su propio inconsciente, se demostrara, se encontrara con no saberlo todo sobre el psicoanálisis mismo. Así la Escuela se añade al discurso analítico volviéndose inseparables". [3]

Ubicando a la estructura como no-todo, es que quizá podamos ubicar, lo basal del cartel.

Sobre esta base, entiendo se apoya La arquitectura del cartel, nombre elegido para nuestras XXX Jornadas Nacionales de carteles 2021.

Tomaré algunos de los puntos de cómo llegamos a nombrar estas Jornadas como arquitectura del cartel. Citaré el texto precioso que escribió Viviana Mozzi, que pueden encontrar en la revista La 4+1.

De allí tomo, que "Lacan mismo sostiene que la arquitectura se ha hecho de componer superficies sobre un vacío, hacer algo que sirve por el agujero que tiene alrededor".

"Una arquitectura que se asemeja a la japonesa, que debe tener en cuenta siempre un espacio vacío en sus planos […], dinámico y activo". Vivi Mozzi, parafraseando a François Jullien, continúa, "cernir esa idea de vacío que no implica inexistencia, sino que incluye una escritura cuya única certeza es que incluye el no-todo".

Será Jacques-Alain Miller quien presenta la arquitectónica lacaniana como una organización de superficies en torno de un vacío, "llega a nombrar la arquitectura de la pulsión, la arquitectura del grafo, la arquitectura de los nudos, incluso, el inconsciente como arquitectura de símbolos.

Nos aventuramos a sumar a esta lista la arquitectura del cartel: el juego topológico entre lo singular, lo breve y lo provocador…".

Hoy la arquitectura del cartel cuenta en el segundo año de virtualidad con 157 trabajos recibidos, un gran trabajo con colegas decididos a que esto haya sido posible y con una Más Uno que supo estar en cada detalle de gestión y con cada uno de los que la integramos, sosteniendo un lazo absolutamente humano. Agradecida de ser parte de esta gestión, un enorme aprendizaje.

Nos quedan unos meses hasta el final de la gestión, saldrá un nuevo número de La 4+1 • NUEVA SERIE, seguramente en noviembre.

Leemos con Lacan no retroceder frente a (lo real de) la psicosis. Podemos decir, que esta gestión, decidió no retroceder frente a lo real de la pandemia en un trabajo genuino de Escuela.

Un placer el trabajo compartido.

NOTAS

  1. Aramburu, J., "Las garantías", El deseo del analista, Buenos Aires, Tres Haches, 2000, p. 321.
  2. Miller, J.-A., (1989-1990) "El Nombre del Padre o cómo valerse de él", El banquete de los analistas, Buenos Aires, Paidós, 2000, p. 139.
  3. Cavallero, G., "¿Para qué un cartel?", Acerca del Sujeto supuesto Saber, Buenos Aires, Paidós-EOL, 2000, p. 64.