JORNADAS ANUALES


DE CARTELES

XXVIII Jornadas Nacionales de Carteles

Reseña

Por Mariana Isasi

El pasado sábado 24 de agosto tuvieron lugar las XXVIII Jornadas Nacionales de Carteles de la Escuela de la Orientación Lacaniana, y por tercera vez la ciudad de La Plata fue su anfitriona. El emblemático Colegio Nacional “Rafael Hernández” sirvió de marco para recibir a más de 350 asistentes de todo el país que se dieron cita en una intensa jornada de trabajo. El paisaje del colegio se pobló de molinetes de papel distribuidos uno por uno a los asistentes, souvenir que recuerda la imagen del afiche de las jornadas y evoca la figura elegida por Lacan para dar cuenta del movimiento en el cartel: el remolino.

Una vez que los vientos pusieron a girar los molinetes, parece haberse trasladado al sector superior del Auditorio, allí aguardaba un dúo de flautas conformado por Martín Sessa y Diego Larragione. El viento de hizo música y dio inicio a las Jornadas.

La Apertura contó con las palabras de Diana Wolodarsky (Directora de la EOL), Adriana Fanjul (Secretaria de Carteles de la EOL Sección La Plata) y Walter Capelli (Secretario de Carteles de la EOL). Cada uno a su tiempo puso en evidencia la transferencia de trabajo que encausó la labor y la elaboración sostenida durante meses previos a las Jornadas. Luego de agradecer a todos los que hicieron posible la realización, destacaron la vigencia del cartel no solo como dispositivo de formación sino fundamentalmente como órgano de base de la Escuela.

La primera mesa Plenaria giró alrededor de la consigna “El tiempo del cartel”. Fue un auspicioso comienzo epistémico que contó con los aportes de Viviana Mozzi, Rosana Salvatori y Carolina Rovere. La coordinación estuvo a cargo de Norah Pérez y la interlocución de Carlos Rossi.

En consonancia con el espíritu de las Jornadas, no faltaron las invitaciones al IX ENAPOL, al XII Congreso de la AMP y a las XXVIII Jornadas Anuales de la EOL.

Sin solución de continuidad, 184 trabajos –distribuidos en 4 franjas horarias de 12 mesas simultáneas– relevaron el producto que el movimiento de carteles genera en nuestra comunidad analítica. Estados de trabajos, conclusiones, preguntas singulares que se tornan rasgos, sirvieron de disparadores de una valiosa conversación entre cartelizantes de todo el país. Dijeron presente colegas de Córdoba, Santa Fe, Rosario, San Juan, Mendoza, Misiones, Tucumán, Neuquén, Entre Ríos, Ciudad de Buenos, Provincia de Buenos Aires, y por supuesto, La Plata. Diversidad geográfica y temática, que puso en evidencia como elemento común –una vez más– la fecundidad del cartel como instrumento privilegiado para la formación analítica y su relación con la Escuela, verdadera puerta de entrada que nos permite dimensionar la extensión “del mapa libidinal de nuestra orientación”. [1]

Finalizando la jornada, la última mesa Plenaria –que contó con la coordinación de Paula Vallejo y comentarios de Guillermo Belaga– abordó la tensión Extimidad–Más-Uno. Los trabajos de Belén Zubillaga, Estela Carrera y Daniel Millas permitieron abrir un espacio de saber inacabado, ese mismo que conviene al cartel. Esa fue la ocasión propicia para provocar una conversación que dejó efectos de enseñanza. Sin lugar a dudas, allí se celebró un trabajo de Escuela.

El dispositivo de cartel se reinventa cada vez que se participa de él, lo mismo –me atrevo a decir– vale para sus Jornadas. Son el producto de un trabajo colectivo que se sostiene a partir de la lógica del uno por uno, nunca sin los otros.

NOTAS

  1. Millas, D.: “Editorial”, El cuaderno de navegación N° 13, junio de 2008, http://www.eol.org.ar/template.asp?Sec=el_cartel&SubSec=cuaderno&File=cuaderno/013/millas.html