Secretaría de Carteles: ¿Cuál es el aporte distintivo que podría tener el cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario?

Micaela Flores Aquino: Fui invitada a pensar un posible enlace entre el cartel y las instituciones hospitalarias. Fue una invitación provocadora que me genera muchas preguntas, ya que considero que no va de suyo la circulación del psicoanálisis de orientación lacaniana en el ámbito hospitalario, pero no hay que olvidar que esto se trata de una posición ética.

Para responder a la pregunta sobre el aporte distintivo que el cartel podría tener en el ámbito hospitalario es necesario despejar dos cuestiones. Por un lado poner sobre el horizonte que el cartel es un dispositivo distintivo de la Escuela y extrapolarlo a otros espacios encuentra algunos obstáculos. Por otro lado, podemos pensar los hospitales comandados por un discurso amo que nos dicen cómo tienen que funcionar las cosas, el que instala las normas institucionales, los protocolos, etc.; un discurso amo que muchas veces es encarnado por una figura (jefe, líder, director, etc.).

Como un envés a este discurso, podrían funcionar estos pequeños grupos, llamados cartel que, a través de su trabajo, deberán luchar contra el malestar de identificación con el amo. Pequeños grupos llamados a la producción singular, comandados, esta vez por la figura del más-uno que tiene como función provocar la elaboración singular. Muy lejos del líder, el más-uno horizontaliza el grupo para poner en valor la dimensión del grado más allá de la jerarquía.

Entonces, a la pregunta sobre el aporte que podría tener el cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario, podemos esbozar como respuesta que apuntaría a la construcción de un saber, pero un saber individualizado, apoyado en un rasgo (deseo), y principalmente no acabado. No sin un obstáculo: la formación de los diferentes profesionales que circulan por los hospitales es sumamente diversa, y a veces muy alejada de la orientación psicoanalítica. Será una invitación y una apuesta de cada vez, poner a funcionar un dispositivo tan propio de la Escuela.

S.C.: ¿Puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional?

M. F. A.: Para la segunda pregunta planteada, sobre si puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional, retomo a Miquel Bassols[1] que plantea que por acción de su propia inercia, toda institución tiende a reprimir el deseo instituyente que la funda. Esto se traduce en ese efecto centrífugo de soledad dificultando el sostén de los vínculos institucionales. El cartel será ese invento que Lacan pondrá a funcionar unos años más adelante, para contrariar esta inercia de grupo, y agregó, para relanzar el deseo puesto en favor de la producción.