4 Más uno

NUEVA SERIE #4

Entrevista a Romina Gamaldi*

Secretaría de Carteles: ¿Cuál es el aporte distintivo que podría tener un cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario? ¿Puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional?

Romina Gamaldi: Diversas pueden ser las fuentes del malestar institucional en el hospital. Se juega en eso lo que cada uno demande del Otro institucional, atravesado por su relación al Otro y cuyo tratamiento será en el análisis. Diferentes serán los espacios para canalizar, por ejemplo, el descontento salarial como trabajadores de salud. También, malestar frente a un Amo que toma decisiones de política sanitaria basándose en encuestas y estadísticas, mientras las urgencias subjetivas no dejan de golpearnos la puerta.

Hace pocos días, en la presentación de El nacimiento del campo freudiano[1], J.-A. Miller nos decía que lo real no es imposible de soportar para el analista. Para hacer de soporte, tenemos el tridente freudiano análisis-control-formación. En el Hospital en que practico tenemos distintos espacios de formación: ateneos, controles, reuniones de equipo, pero no hemos conformado un cartel. Incluso cuando varios de los practicantes estamos en transferencia con la Escuela, integramos carteles, hay transferencia de trabajo entre nosotros. ¿Es esa dispersión efecto de la mortificación institucional? ¿Qué beneficios podríamos extraer de cartelizarnos? En principio, el cartel como éxtimo ya resquebrajaría lo totalitario de la institución, acercando -tal vez- a otros a la Escuela, mientras que la permutación subvierte lo estanco de la institución. El cartel no es un grupo como los demás, el más-uno anuda a la vez que abre al trabajo de cada uno. Esto iría contra la dispersión y la uniformidad de la institución, poniendo en acto una política de la enunciación. Implica un trabajo colectivo que moviliza libido en pos de una elaboración singular. Como señala Mauricio Tarrab[2], la elaboración es un trabajo en el impasse, un forzamiento del discurso que intenta bien decir -hasta el borde de lo posible- para tocar ese real que precisamente resiste al saber.

Con entusiasmo, sin desconocer que siempre habrá un resto ineliminable de malestar, el convite a escribir en La 4+1 se trasladó a una invitación a mis compañeros: ¡armemos un cartel! En eso estamos.

NOTAS

* Lic. en Psicología. Hospital General de Agudos Dr. Cosme Argerich.

  1. Miller, J.-A. (2023) Presentación de El nacimiento del campo freudiano, 2023, en: https://www.youtube.com/watch?v=gAVcOuaUyYM
  2. Tarrab, M. (2005) "En el cartel se puede obtener un camello", En las huellas del síntoma. Bs. As., Grama, p. 133.

BIBLIOGRAFÍA