4 Más uno

NUEVA SERIE #4

Entrevista a Agustín Farré*

Secretaría de Carteles: ¿Cuál es el aporte distintivo que podría tener el cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario?

Agustín Farré: Jacques-Alain Miller, en "Hacia PIPOL IV", concibe "al psicoanalista como objeto nómada y al psicoanálisis como una instalación móvil"[1]. Ante esto considero que una de las preguntas que conviene hacer es respecto de los elementos a partir de los cuales sería posible realizar dicha instalación, elementos susceptibles de desplazamiento. Bien, una respuesta posible sería aquella que ubique dichos elementos en los tres que ya Freud propuso para la formación del analista; así, un psicoanalista en su desplazamiento, al menos un psicoanalista de la orientación lacaniana, llevaría consigo allí donde vaya, para la instalación del dispositivo analítico, el análisis personal, la práctica del control y el cartel en tanto dispositivo de estudio y conversación en psicoanálisis tal como lo introdujo Lacan en la fundación de su Escuela.

Otra perspectiva que quisiera señalar aquí se desprende de aquella exigencia que Lacan señala para el analista en la clase del 10 de diciembre de 1974 de su Seminario 22 R.S.I.: "es indispensable que el analista sea al menos dos, el analista para tener efectos y el analista que, a estos efectos, los teoriza"[2]. Creo que el cartel es un buen dos para la institución en tanto permitiría precisar a quienes allí practican no solamente su práctica sino también la práctica colectiva que tiene lugar en una institución.

S.C.: ¿Puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional?

A. F.: El malestar institucional, los efectos de grupo, eso lo esperamos; sabemos además de que no se trata de cómo evitarlos sino más bien de cómo tratarlos. Es en este último sentido que Jacques-Alain Miller en su curso El banquete de los analistas situó al dispositivo del cartel respecto de la Escuela y sus miembros, ante todo luego de que Lacan en 1967 introdujera los grados. Esta es una de las consecuencias que extrae de la lectura que hace allí a partir de tomar el "Acto de fundación" de 1964 y la "Proposición del 9 de Octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela" como un par, como dos momentos de la Escuela de Lacan. A partir de 1967 ya no es posible afirmar, respecto de la experiencia analítica y el saber en el psicoanálisis, un todos iguales; no obstante, vía el cartel, es posible aún continuar sosteniendo un todos iguales, un todos iguales ante el trabajo[3]. Entonces, si tomamos esta lógica en serio, convendría introducir al cartel en una institución, donde hay jerarquías, también a modo de tratamiento del malestar que de allí podría desprenderse para los practicantes que la habitan.

NOTAS

* Lic. en Psicología. Director de HIBOU, institución intermedia de salud mental de la provincia de San Juan, cuenta con los dispositivos de Residencia abierta y Centro de día.

  1. Miller, J.-A. (2007) "Hacia PIPOL IV", en http://ea.eol.org.ar/04/es/template.asp?lecturas_online/textos/miller_hacia_pipol4.html
  2. Lacan, J. (1974-75) El Seminario, Libro 22 "R.S.I.", clase del 10 de diciembre de 1974, inédito.
  3. Miller, J.-A. (1989-90)"Del acto a la proposición" y "La Escuela de Lacan", El banquete de los analistas. Bs. As., Paidós, 2018, pp. 197-233.