4 Más uno

NUEVA SERIE #4

Ritmo cartel

Irene Kuperwajs

Amor

La 4+1 me toca el corazón. Suena cursi, pero lo que digo tiene que ver con el amor. Durante mi gestión como Secretaria de carteles 2012-2013 decidimos hacer una revista digital. La original y hermosa revista másuno de carteles que era en papel, había comenzado en 1995 y concluyó en 2001. ¡Por 11 años se discontinuó una publicación de carteles! Para nosotros no alcanzaba con publicar algo sobre el cartel cada tanto en la Lacaniana o en El Caldero de la Escuela. Había aún mucho por decir y había productos increíbles que reflejaban el trabajo de colegas, miembros y no miembros. La preocupación era cómo darles visibilidad.

Pensarla y reinventarla me hizo amarla. Ese amor se sostenía en una política orientada por la convicción de la importancia fundamental que tiene la presencia del Cartel, sus publicaciones, en la Orientación Lacaniana.

El plan de Lacan, que como sabemos fracasó, era que el trabajo de la Escuela pasara por el cartel. Ese "todos iguales" enfrentaba a las castas y jerarquías en consonancia con lo que sería más tarde la apuesta por el pase. G. Brodsky[1] lo situó muy bien al recordar en palabras de E. Laurent de 1979, que "también recayó sobre la Secretaría de carteles de la EFP la "Contraexperiencia", había que "usar al cartel como despertador del Directorio".

Cuando Lacan disuelve su Escuela en 1980 dice "No espero nada de las personas, sí algo del funcionamiento"[2]. La disolución refuerza la permutación. Gran invento de Lacan contra el pegoteo y el efecto de grupo para ir en contra de la idealización y la infatuación. Fuerza a un hacer lugar a lo nuevo.

Sobre este punto recomiendo la lectura del texto de Marina Recalde, que trabaja las identificaciones segregativas y no segregativas.

Hoy hay una nueva Secretaría de carteles, y hay La 4+1 -que es Otra-, y eso es fantástico. A lo largo de las gestiones hay cambios, no solo de personas. Lucas lo enuncia así en su editorial: "Este número marca el inicio de esta nueva Secretaría de Carteles y refleja lo que es la política que nos propusimos llevar a cabo y que el sintagma «Movimiento de Carteles» pone de manifiesto". En aquélla época el sintagma era "Cartel y Escuela".

Entonces, nuevas secciones, algunos desplazamientos y reinvenciones. Como la Bauhaus, lo que retorna de otra época, perdura visto desde otro lugar, y hoy es desde el movimiento, como lo ilustran las bellas imágenes del Ballet Triádico de Schlemmer.

Podemos decir que la Escuela también es Otra, lo leemos en la elección de esta política. Los carteles se mueven en el tiempo, a veces más rápido, otras más lento, se mueven por dos años, se mueven a través de nuestra historia, se mueven en el espacio, caminan por los bordes encarnados en los cuerpos orientados por lo real de la formación analítica.

Agujero y remolino

Con cada nuevo cartel consentimos a la experiencia del "remolino" que "hace múltiple el agujero" añade Lacan en el 75 en el "Cierre de las Jornadas de Estudio de Carteles"[3] . Me sigue resonando esta frase que cité en mi contribución para este número.

El Remolino -es la figura que elige para dar cuenta del Movimiento en el cartel- y al decir de Lacan, es una experiencia a la que hay que consentir. "Para que dibujen un remolino recuerden mi nudo, hacen falta al menos tres para que se constituya un agujero que produce remolinos". Su operación, su viento, multiplica el agujero, así se refiere al agujero de lo simbólico, de lo imaginario corporal ligado a diversos agujeros y a lo real no-todo, diferenciado de un universo cerrado. Claro que seguirá hablando del 4 y sus elementos heterogéneos, y pasa del cartel de 3 al 4 +1.

En el "Señor A", texto de 1980, vuelve a hablar del remolino, péguense y luego despéguense para evitar el efecto de grupo en la Causa freudiana. Y agrega "…es necesario que yo instaure un remolino que les sea propicio…" y declama que confía en el remolino más que en las jerarquías[4].

Por un lado, el cartel agujerea la Escuela como el pase, la descompleta. Y a la vez, pone a trabajar ese agujero central que la constituye: no se sabe qué es un analista.

¿Qué nos une en ese trabajo fundamentalmente? El agujero en el saber y las respuestas frente a él. Partimos del Fiat trou, del agujero y no del Fiat lux. Con el cartel bordeamos el agujero y las variantes del saber. Si la cosa marcha, cada miembro apuesta y pone a cielo abierto el producto propio de la elaboración provocada por el "agujero en el saber". Se produce un saber no-todo, un "estado de trabajo".

Ese producto está articulado a un rasgo propio y singular que abrocha la palabra contingente de cada uno. Este rasgo en mi experiencia, tiene cierta consonancia con el síntoma. Si vamos al catálogo de carteles vemos la pluralidad de rasgos que los atraviesan, ecos de las singularidades sintomáticas que se articulan a él.

Este movimiento, resultado de una "práctica del cartel", se enlaza a la "elaboración del inconsciente en el análisis, que como sabemos, "no es sino producir allí ese agujero"[5].

Por eso Lacan habla de una Escuela de analizantes y Miller en su "Teoría de Turín"[6], demuestra la Escuela sujeto. El cartel como dispositivo reúne la posición analizante con la lógica colectiva, es una manera de tratar lo real por lo colectivo, apunta a una posición desmasificante y heterogénea. El cartel cuando funciona, mantiene abierto el "rasgón" como ese "desgarro en el saber que nos engancha y orienta sintomáticamente, nos causa al trabajo de intentar reinventar el psicoanálisis cada vez". El rasgón es un modo de pensar el agujero, conviene no taponarlo, es la única manera de hacer posible el remolino.

Usos

La idea de "contraexperiencia" insiste hasta hoy para pensar los funcionamientos, implica una torsión que modifica el estado de las cosas. Esto me conduce a preguntarnos ¿Estamos satisfechos con los usos del cartel en la actualidad? ¿Podemos darles una vuelta más? ¿En qué circuitos se dan estos usos?

En este punto observamos que hay un intenso Movimiento que parte de la gestión orientado hacia la intensión y la extensión. Respecto de lo federal, llamó mi atención que las secretarías de las diferentes secciones y la delegación Mendoza figuran en la página de esta Revista con todos sus miembros. Y también se cartelizaron algunas secretarías o el Directorio, haciendo uso del cartel como lazo social en función de un trabajo de Escuela.

Hay una insistencia muy potente con las "Vecindades" que tocan el nudo político del uso del cartel, por ejemplo, para articular la Escuela y la Universidad. Las entrevistas a nuestros colegas que participan en la universidad son muy esclarecedoras en este punto. Entre ellos, Mariana Gómez por ejemplo sostiene la pregunta de qué manera incidir políticamente desde la Escuela en la universidad, para poder servirnos de esta última. Y Eduardo Suárez se refiere a la difícil tarea de una investigación que preserve el punto de ignorancia.

Por otro lado, la articulación del cartel y el pase sigue vigente, no solo por la convocatoria a que el AE hable de su experiencia sino también en el dispositivo, en la EOL se sigue sosteniendo el Cartel del Pase. Heterogeneidad y extimidad le hacen la contra a la consistencia.

Lazos Inter-Escuelas con la propuesta de Carteles AMP para Scilicet, carteles hacia el Enapol, carteles de nuevos miembros. Es interesante ver los bordes en los que aparece el cartel.

Pienso que, en la actualidad, el cartel se aviene muy bien a la Nueva Política Juventud que el Consejo AMP va elaborando, seguramente tendremos la oportunidad de debatirlo. Algo de esto había propuesto Silvia Salman en el debate sobre los jóvenes en la AMP.

Ante la fundación de la joven delegación de Mendoza mencioné que lo joven va articulado al nombre propio y a la enunciación. Lacan destaca que justamente a diferencia del anonimato que preside a la comunidad religiosa "en este pequeño grupo cada uno porta su nombre" (1975). El cartel aloja esa enunciación singular, es una manera de "preservar lo analítico en lo institucional"(Mauricio Tarrab dixit) Contamos con esta herramienta que articula espacios, el cartel hace nudo con la subjetividad propia y lo real de la Escuela-institución. Solos y con algunos otros.

Pienso que en este "Movimiento de carteles" se palpa una apuesta decidida por la promoción del discurso analítico como salida a los impasses del grupo, es una manera de afrontar el porvenir del discurso analítico.

Al terminar de leer este jugoso número de La 4+1 se me vino a la cabeza que el cartel, en su danza, puede hacer pareja con la Escuela, con la AMP, con la universidad, pero lo fundamental es que baila al ritmo que el psicoanálisis de la orientación lacaniana le pueda marcar.

Eso, sin dudas, queda de nuestro lado.

NOTAS

  1. Brodsky, G. (2021) "Presentación" en la Mesa plenaria "De nuestros antecedentes" en las XXX Jornadas de Carteles. Revista Virtual de Carteles: La 4+1, nueva serie, n. 2. Bs. As., EOL, 2022, en: https://www.cuatromasunoeol.com/edicion/002.de-nuestros-antecedentes.xxx-jornadas-nacionales-de-carteles-de-la-eol
  2. Lacan, J. (1980) "El Otro falta", En los confines del seminario. Bs. As., Paidós, 2022, p. 58.
  3. Lacan, J. (1975) "Cierre de las Jornadas de Estudio de Carteles", Revista Virtual de Carteles, 4+1, n. 6. Bs. As., EOL, en: http://cuatromasuno.eol.org.ar/Ediciones/006/template.asp?Cierre-de-las-Jornadas.html
  4. Lacan, J. (1980) "El señor A", Revista Virtual de Carteles, La 4 +1, en: https://www.wapol.org/es/las_escuelas/TemplateArticulo.asp?intTipoPagina=4&intEdicion=1&intIdiomaPublicacion=1&intArticulo=160&intIdiomaArticulo=1&intPublicacion=10
  5. Lacan, J. (1980) "Carta para la causa freudiana (23 de octubre)", En los confines del seminario. Bs. As., Paidós, 2022, p. 99.
  6. Miller, J.-A. (2000) "Teoría de Turín acerca del sujeto de la Escuela", disponible en: https://www.wapol.org/es/las_escuelas/TemplateArticulo.asp?intTipoPagina=4&intEdicion=1&intIdiomaPublicacion=1&intArticulo=291&intIdiomaArticulo=1&intPublicacion=10