4 Más uno

NUEVA SERIE #4

El cartel: enjambre significante, enjambre zumbante

María Adela Pérez Duhalde

En esta tarde de trabajo voy a compartirles algunas de las ideas con las que me fui encontrando a partir de la invitación. El trabajo colectivo del cartel, y la forma en la que se organiza, nos pondrán en la ruta de las abejas y el enjambre.

Provocación al trabajo

Miller destaca que al trabajo hay que provocarlo porque la vocación es la de la pereza. Es el más-uno en su función quien debe operar en ese dirección: "El más-uno debe venir con puntos de interrogación.. hacer agujeros en las cabezas… todo ello para ser este agente provocador desde donde hay enseñanza"[1]. Se refiere a su seminario como un enjambre[2] aclarando que ahí él mismo es abeja y ¡no reina! Llevando el enjambre al cartel prosigue: "…evocaré ahora la composición del enjambre… considero que está bien formado cuando cada cual tiene razones para estar ahí… corresponde al más-uno: obtener el efecto subjetivo en el cartel y que correlativamente los miembros tengan estatuto de S1, así como él mismo... son significantes amos que están al trabajo… cada miembro con su rasgo: esto es lo que hace equipo… hay que identificar a los miembros del enjambre… El rasgo propio puesto en valor es la condición para tener un trabajo que produzca saber". De aquí resalto, enjambre sin reina pero con más-uno. Enjambre sin zánganos, todos trabajadores. Cada uno con razones para estar ahí. Estrictamente identificados. S1 puestos al trabajo.

Lógica colectiva

Los trabajos de Lacan que introducen la lógica colectiva[3], son escritos de posguerra. "A la lógica colectiva hay que contraponerla a la «Psicología de las masas»"[4]. Lo individual y lo colectivo no son opuestos, están del mismo lado, y se oponen a lo universal.

Subrayo el punto de la posguerra. Lacan se detiene a trabajar sobre lo colectivo, con la experiencia vívida y próxima de que la colectividad no se asienta sobre el instinto gregario, sino más bien en lo que se experimenta como inadecuado, enigmático o loco del goce del Otro y que por lo tanto es segregado: "una colectividad no comienza por un vínculo identificador que constituiría una clase, sino por un rechazo, una exclusión"[5]. Son escritos apoyados en la constatación de que el peor drama de la humanidad no deriva de la "indocilidad"[6] sino de la sumisión a las "causas menos humanas", a las "ideologías de la nada"[7]. Esto me hizo captar el énfasis que Lacan pone en la crítica recíproca y en la "indocilidad" que conviene a la vida de Escuela, en el sentido de poder tomar la palabra y poner a jugar la enunciación de cada uno ahí.

Lacan viaja una temporada a Inglaterra en 1945[8] y observa los trabajos que fueron realizados por los psiquiatras al momento de la conformación de las tropas y el tratamiento que dan a los desplazados. Avanza sobre los desarrollos freudianos que en pos de la identificación vertical con el líder que compone la masa, descuidan la identificación horizontal. Es sobre la identificación horizontal que ponen el énfasis sus colegas ingleses. Lacan elogia el trabajo de Bion y de Rickman. Atienden a los que han sido desplazados del ejercito y no hacen con ellos un tratamiento moral, sino un trabajo centrado en pequeños grupos en los que es la tarea a realizar la que comanda el asunto, con un jefe que forma parte del grupo. Destaca su pragmatismo y los efectos positivos que tiene incluir a estos sujetos, todos en pie de igualdad para encarar determinada tarea, incluyéndose ahí a partir del gusto y el interés propio. Luego analiza los grupos sin jefe, de ahí puntúa que no se destaca la conducción de cada uno, sino el saber subordinar la preocupación de hacerse valer en pos del objetivo común.

Esta temporada inglesa inspira a Lacan y nutrirá su invención en torno al grupo analítico permitiendo salir "de un estado dispersivo de cada uno para sí y contra los otros"[9]. La Escuela, centrada en el trabajo del psicoanálisis, homogénea en cuanto a la tarea, dispar en tanto cada uno la habita y trabaja desde su deseo y gusto propio. Ni jefes ni amos, se trata de la transferencia de trabajo la que permite que eso se trasmita de uno a otro y a otro.

De abejas y enjambres

Lacan en El Seminario 16, en una clase titulada por J.-A. Miller "Del goce planteado como un absoluto" habla del campo del goce y del objeto a como lo que está en el corazón de la pulsión. Del mismo nos enteramos por la experiencia analítica afirma. A este campo, le contrapone el campo animal, en el que la unión sexual funciona: "[…] tanto un hormiguero como una colmena se centran enteramente en la realización de la relación sexual. Justamente, estas sociedades difieren de las nuestras en la medida en que asumen la forma de una fijeza donde se revela la no presencia del significante"[10]. Este enjambre no se monta alrededor de un agujero en el saber sino que hay saber inscripto en el cuerpo, fijo, que identifica a cada uno en su lugar y lo determina en el trabajo a realizar en su interior. Karl von Frisch, etólogo austríaco que dedicó decenas de años de su vida a estudiar el comportamiento de las abejas, descubrió "la danza de las abejas"[11]. Esta danza ha sido interpretada en términos de lenguaje.

Lacan da sus razones en esta clase del Seminario 16 para oponerse, alegando que se trata de un sistema de signos, que no implica preguntas ni respuestas, que no ocasiona malos entendidos, que no modifica a quienes ahí participan. Donde hay unión sexual sólo se trata de signos que se correlacionan de manera fija con la realidad que significan [12]. Si bien se trata de un "mensaje" que determina la acción del conjunto, no se retransmite, no pasa de uno a otro y a otro: "[…] esto significa que queda fijado en su función de relevo de la acción, de la que ningún sujeto lo separa […] la forma bajo la cual el lenguaje se expresa define por ella misma la subjetividad […] compromete a su autor al investir a su destinatario con una realidad nueva"[13]. En el enjambre de abejas no hay conversación. La dimensión subjetiva y el campo del goce están fuera de juego.

Un ejemplo que aquí mismo da Lacan, del malentendido entre los sexos, me resultó divertido: "Cada uno le dio al otro la mitad del postre, son cónyuges, forman Uno. Solo que, si el análisis propone algo, es justamente que este Uno no une […] está condicionado por el hecho de que el hombre nace en un baño de significantes"[14].

El baño de significantes y una conversación en el cartel del que actualmente participo me hicieron saltar al Seminario 20 en busca del enjambre. En francés enjambre se escribe essaim y es cuasi-homofónico a S1[15] Lacan habla de lalengua como enjambre de S1, y dice que se trata de un "enjambre significante, un enjambre zumbante"[16], destacando frente al no hay relación sexual, la importancia de un amor que no desconozca ni segregue el goce del Otro[17].

De esta referencia del Seminario 20 extraje el título para mi trabajo porque me permitió entender cómo el amor al trabajo de Escuela o mejor la transferencia de trabajo, hace lugar a lo que en el propio rasgo y en el del otro, zumba del goce.

Nos sobran los motivos

Para concluir, una experiencia, la del cartel al momento de la entrada a la Escuela. Ahí estábamos los "recién llegados" zumbando -cada uno con su estilo-, para ver cómo nos pegoteábamos, casi sin conocernos, aunque confiando en que formábamos parte del mismo enjambre. A la entrada, la provocación al trabajo de cartel. De entrada, poniendo en evidencia que el mismo comienza desde su conformación. El miembro del Consejo perturbó lo que aparecía como una fórmula preestablecida: miembro del consejo = más-uno, introduciendo la lógica de Escuela ahí. Esa perturbación clave, permitió que la función más-uno en el cartel circulara, agente provocador que en cada encuentro podía deslizar de uno en uno, motorizando el trabajo; función más-uno, uno por uno.

Pienso así que sobran los motivos para zambullirse en la experiencia del cartel -enjambre zumbante y significante-, que contribuye al trabajo colectivo del psicoanálisis, desde nuestra diferencia incomparable.

¡Gracias por la oportunidad de participar en esta mesa zoom, con z de zumbido!

NOTAS

  1. Miller, J.-A. (1986) "Cinco variaciones sobre el tema de la «elaboración provocada»", Revista virtual de Carteles, La 4+1. Bs. As., EOL, en: https://cuatromasunoeol.com/sv/referencias.cinco-variaciones-sobre-el-tema
  2. Al enjambre de abejas la RAE lo define como una multitud de abejas con su maestra, que juntas salen de una colmena para formar otra colonia. Wikipedia agrega que las abejas conforman una comunidad muy organizada compuesta por la reina, las obreras y los zánganos. El propósito principal de la reina es reproducirse y motivar a las obreras. Las obreras son las que trabajan en la colmena. Los zánganos sólo se aparean con las reinas. Ninguna abeja puede producir miel sin los otros miembros del equipo.
  3. Lacan, J.: "El número trece y la forma lógica de la sospecha", "El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma" y "La psiquiatría inglesa y la guerra".
  4. Tarrab, M. (2010) "La identificación al grupo o decir bien lo insoportable", En las huellas del síntoma. Bs. As., Grama, p. 148.
  5. Laurent, E. (1998) "Siete problemas de lógica colectiva", Estudios psicoanalíticos, n. 3, "Imaginario y lógica colectiva". Madrid. Editorial Dor. Escuela Europea de Psicoanálisis, p. 28.
  6. Lacan, J. (1947) "La psiquiatría inglesa y la guerra", Otros escritos. Bs. As., Paidós, 2012.
  7. Laurent, E. "Lo real y el grupo", disponible en: http://cuatromasuno.eol.org.ar/Ediciones/004/template.asp?Logicas-colectivas/Lo-real-y-el-grupo.html "Si hay una cosa que demostró la segunda guerra mundial es la espantosa docilidad del hombre moderno, listo a enrolarse bajo las «ideologías de la nada»".
  8. Lacan, J. (1947) "La psiquiatría inglesa y la guerra", op. cit. 6.
  9. Miller, J.-A., (1989-90) "El nombre del padre o como valerse de él", El banquete de los analistas. Bs. As., Paidós, 2018, p. 142.
  10. Lacan, J. (1968-69) El Seminario, Libro 16, De un Otro al otro. Bs. As., Paidós, 2008, p. 198.
  11. Danza que realizan al regresar a la colmena para indicar a las otras dónde se encuentra el alimento. Las abejas "responden" a este mensaje dirigiéndose hacia el botín.
  12. Lacan, J. (1953) "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", Escritos I. Bs. As., Siglo veintiuno, 2005, p. 286.
  13. Ibíd., p. 286.
  14. Lacan, J. (1968-69) El Seminario, Libro 16, De un Otro al otro, op. cit. n.10, pp. 196-197.
  15. Lacan, J. (1972-73) El Seminario, Libro 20, Aún. Bs. As., Paidós, 2008, p. 172.
  16. Ibid., p.174.
  17. Ibid., p.174.